viernes, 1 de mayo de 2015

El análisis microscópico del cabello tiene limitaciones.

El análisis microscópico del cabello es una comparación entre dos muestras de pelo, una de una persona conocida (el sospechoso) y otra de una persona desconocida (las muestras encontradas en las escenas del crimen).

La comparación solo se debe utilizar para descartar a los sospechosos, nunca para inculparlos. Es decir, al realizar el análisis de dos cabellos, podemos determinar disparidad entre ellos, y por lo tanto, podremos concluir que ese sospechoso no estuvo en la escena del crimen (al menos en función de esta prueba). Sin embargo, si dos cabellos se parecen microscópicamente, nunca podremos concluir que esos dos cabellos pertenecen a la misma persona, porque hay un grupo de personas que comparten esas mismas características y por lo tanto, podríamos estar acusando a un inocente. Si estuviéramos ante la segunda situación, se deberían realizar pruebas de ADN para determinar un mayor nivel de asociación

Esto es lo que parece que ha hecho el FBI durante años.

Afortunadamente, actualmente el FBI solo utiliza el análisis microscópico del pelo para hacer un primer cribado de sospechosos, y en ningún caso como prueba concluyente.



No hay comentarios:

Publicar un comentario