lunes, 22 de septiembre de 2014

"En el corredor de la muerte no tienes contacto físico con otros presos. Vives en una celda pequeña, de más o menos un metro y medio por dos metros. La mesa y la cama son de hormigón y tienes un colchón. Te duchas tres veces a la semana y te sacan de la celda un par de horas los lunes, miércoles y viernes. Ese rato estás entre muros en medio del desierto. Era un espacio pequeño pero al menos podía sentir el calor del Sol. A veces veía pasar un avión, escuchaba una moto o un perro que ladraba. Cosas que sirven para recordarte que eres humano".

Ray Krone
"La madre de la víctima, que me había llamado monstruo y creía que yo era el culpable de la muerte de su hija, el día de mi liberación vino con lágrimas en los ojos para pedirme perdón. Lo sentía y me decía que había creído lo que le habían dicho."
Ray Krone.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Ray Krone

Ray Krone fue acusado de asesinato en primer grado y secuestro en el año 1991 y condenado a muerte. Sin pruebas de ADN, una mordedura en la víctima que aparentemente coincidía con la suya fue suficiente para condenar a Ray. A pesar de que ganó varios juicios, no fue declarado inocente hasta 10 años después de su entrada en prisión. Las pruebas de ADN revelaron el error judicial que se había cometido y consiguieron dar con el verdadero asesino, Kenneth Phillips.

Ray es el preso número 100 que ha sido liberado del corredor de la muerte tras demostrar su inocencia.


En los documentales de "Soy Inocente" del canal Crimen & Investigación podéis ver un capítulo de su historia

José Antonio Zuñiga

PRESUNTO CULPABLE


Este documental largometraje fue realizado por el mismo equipo que grabó "El Túnel" y narra la historia de José Antonio Zuñiga, un inocente encarcelado durante 2 años y medio que fue condenado a 20 años de cárcel por homicidio.

El vídeo muestra como el abogado recaba pruebas en su defensa, como se producen los juicios y cómo es el duro recorrido de Toño hasta que consigue su libertad.

El documental ha recibido 14 premios en diferentes lugares, Londres, Nueva York, México, España...


El 99% de los delitos en México quedan impunes.

EL TÚNEL

Así se llama un cortometraje realizado por el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas). En solo 20 minutos es capaz de analizar y denunciar la forma de hacer justicia en México. Muchos delitos importantes no son juzgados, otros pequeños hurtos o robos son condenados con años de prisión, gente inocente es encarcelada, la corrupción está presente en muchas comisarías, los jueces ni siquiera ven a los imputados por el tipo de justicia mediante expedientes secretos.

Esta es una de las críticas más importantes que hace el documental, mostrar las debilidades del sistema de justicia mexicano y defender un sistema de juicios orales como el que se lleva a cabo en Chile o en España.


Por suerte, en base a la información que he podido obtener, parece que para el año 2016 se esperan implantar los juicios orales en todo el país de México.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Inocentes e Indultados

El 18 de Mayo de este año, Cuatro emitió un documental llamado "Inocentes e Indultados", dentro de la serie de documentales denominada "Entre Rejas". Una perspectiva española de inocentes que cumplen o han cumplido condena por delitos que nunca han cometido.

Estos son algunos de los casos que se explican en el reportaje:

- Oscar Sánchez es uno de los casos más dramáticos. En el reportaje cuenta las vejaciones que sufrió en las cárceles italianas. No ha sido indemnizado.
- Joaquín José Martínez es el primer europeo en salir del corredor de la muerte en EEUU tras 5 años y medio de sufrimiento. No ha sido indemnizado.
- Javier Villanueva. Vivió 19 meses en una cárcel boliviana que trata de olvidar jugando al tenis. No ha sido indemnizado.
- Rafaél Ricardi pasó 13 años en prisión por un delito de violación que no cometió. La identificación errónea del a víctima le llevó a ser una víctima del sistema. Recibió una indemnización de más de un millón de euros, la más elevada que ha concedido en España por un error judicial. Poco tiempo después del rodaje del documental, en junio de 2014, murió mientras dormía en su casa.


En este link podéis ver reportaje íntegro online.

¡Soy inocente!

¡Soy Inocente! Así se llama una serie de documentales que se pueden ver en el canal de "Crimen & Investigación".




En cada capítulo analizan un caso diferente. Los casos son de personas inocentes que fueron condenados como culpables y encarcelados durante años e incluso décadas.

Una vez más, la mayoría de los casos son de identificaciones erróneas o casos que se dieron como resueltos antes de la aparición de las pruebas de ADN.

Podéis ver dos capítulos seguidos los sábados de 17:05 a 18:50 horas. Y los domingos de 11:20 a 13:05 (dos capítulos) y por la tarde de 19:40 a 21:25 (otros dos capítulos).

Pincha aquí para ver el trailler de esta serie de documentales.

lunes, 25 de agosto de 2014

Fernándo Enrique Muñoz

Fernándo Enrique Muñoz perdió su móvil mientras viajaba en moto el 19 de Febrero del 2010. A pesar de que denunció su pérdida a la compañía, dos días más tarde aparecieron las pertenencias de unas chicas al lado del teléfono. Esas pertenencias habían sido robadas a unas chicas por la fuerza y por ello, el fue acusado de ese delito. Los otros delincuentes en el juicio reconocieron que Fernando no había participado con ellos en el delito y que de hecho no lo conocían, pero eso no fue suficiente para no condenarlo a 10 años de cárcel. La identificación dudosa de las chicas llevó a Fernándo a la cárcel. Ahora está en tercer grado y sigue luchando porque su caso se abra y se compruebe que él no participó en el delito.

Causas del error de la condena: identificación errónea y prueba inconcluyente encontrada junto pruebas del delito.

Si se hubiera tenido en cuenta que las identificaciones no puede ser un motivo único de encarcelación y menos cuando las propias víctimas dudan de la identificación que hacen, Fernando podría no haber sido condenado. Además, se tenían que haber hecho pruebas de veracidad a los delincuentes realmente implicados en el delito para comprobar que decían la verdad y que Fernando no era su cómplice.

Los conocimientos de la psicología del testimonio sobre las ruedas de reconocimiento y la veracidad de los discursos hubiera ayudado a esclarecer los culpables de este caso.


Aquí podéis encontrar más información sobre el caso:

Antonio Guile Martinez

El caso de Antonio Guile Martinez es una de las condenas erróneas más recientes de la justicia española. En el año 2010 fue acusado del robo con fuerza de un bolso en la localidad de Sevilla. Una vez más, Rosa, la víctima identificó a Antonio con total seguridad durante 3 momentos del proceso. Antonio fue exculpado tras recibir las pruebas de ADN 2 años y 5 meses después del suceso. Pero él no fue excarcelado porque ya había fallecido el 4 de julio de 2012. Aunque según la prensa Antonio Guile Martinez consumía droga y ya había sido acusado de algún robo, este del que se le acusaba con pena de cárcel no fue cometido por él, como mostraron las pruebas de ADN.

La condena errónea se debe a la identificación errónea de la víctima. Si la víctima identificó en 3 ocasiones a Antonio, fue porque fue sometida a varias ruedas de reconocimiento o procesos similares en los que la información previa o la identificación previa de esa persona, pudo haber condicionado la posterior toma de decisiones de reconocimiento.

Si no se hubieran hecho tantos procedimientos de reconocimiento, quizás la víctima no se habría mostrado tan segura en su reconocimiento y se hubiera investigado más el caso. 

Si queréis ver las noticias sobre el caso, pinchad en los siguientes enlaces:

  • El Supremo absuelve a un preso que murió encarcelado por un delito que no cometió
  • Inocente en la prisión, condenado al cementerio
  • El Supremo absuelve de un delito que no cometió a un preso que murió en la cárcel

Gary Dotson


Gary Dotson es uno de los primeros liberados por el Proyecto Inocencia. En 1977 fue condenado entre 25 y 50 años por secuestro agravado y violación, por un suceso que ocurrió en 1977.

La policía, con la ayuda de la víctima, hizo un retrato robot, y además, la víctima lo identificó como culpable. Una muestra de semen con sangre tipo A debería haber absuelto a Gary, pero no fue así y se determinó que el vello púbico encontrado en la escena correspondía a Gary por su similitud, aunque no hay estudios empíricos que lo demuestren.

En 1985 la víctima se retractó de su testimonio pero se negó un nuevo juicio porque la víctima parecía con más credibilidad en su primer testimonio. En 1987 se revocó su libertad condicional en dos ocasiones. En 1988 un análisis de ADN del semen demostró que Gary no podía haber sido el culpable. Pero hasta el 14 de agosto de 1989 no fue puesto en libertad, 10 años después de su sentencia.


Gary recibió una compensación pero aún no se ha encontrado el culpable, quizás porque como más tarde dijo la víctima, pese a su falta de credibilidad, se había inventado el suceso y no era tal víctima.

Ronald Cotton y Jennifer Thompson

Jennifer Thompson y Ronald Cotton se consideran a sí mismos víctimas del sistema de justicia estadounidense. Jennifer Thompson fue violada en 1984, cuando tenía 22 años y tras varias ruedas de reconocimiento fotográficas y en vivo, señaló como culpable a Ronald Cotton, un inocente con un gran parecido con el verdadero agresor de Jennifer.

Ronald Cotton fue condenado en 1985 a cadena perpetua por esa violación, 2 robos y una violación más. Ronald fue encarcelado por las identificaciones de Jennifer y por dos indicios encontrados en la escena del crimen y en su casa: una linterna parecida y la suela de sus deportivas. Y no se incluyó como prueba que un recluso afirmaba que otro encarcelado le había dicho que él había realizado las violaciones de las que se le acusaba a Ronald.

En 1995, gracias a las pruebas de ADN solicitadas por Ronald y a la intervención de “Innocence Project”, se demostró que era inocente, y que el ADN coincidía con la persona que previamente había confesado el crimen. En julio de 1995 Ronald obtuvo la libertad y recibió una compensación de 5000 dólares.

Jennifer se quedó perpleja ante la absolución de Ronald y se sentía muy culpable y con miedo porque pensaba que Ronald quería vengarse de ella por lo sucedido. Más tarde, los dos implicados aparecieron de forma independiente en un documental sobre los errores de la memoria. El documental se llamó: “Lo que vio Jennifer”. Cuando Jennifer escuchó que Ronald no sentía rencor hacia ella y que ya la había perdonado, ella se sorprendió mucho y pensó que tenía que ponerse en contacto con él para pedirle perdón por haberle acusado. Desde entonces los dos son grandes amigos, dan conferencias, hacen documentales y van a platós de televisión para contar su historia y sensibilizar a la gente y al sistema sobre estos errores que se provocan en la justicia.

En el año 2012 vinieron incluso a España a contar su caso en el programa “El Hormiguero”. Además, en 2009 escribieron un libro juntos “Picking Cotton”, un Bestseller en el que relatan su historia.

Explicación del error:

Existen varias variables que pueden haber influido en la comisión del error de Jennifer. Según los datos que he podido obtener, Jennifer hizo primero una descripción verbal de la que sacaron un retrato robot, a continuación fue sometida a una rueda de reconocimiento fotográfica y a continuación a una rueda en vivo. Si en ese momento se hubiera tenido en cuenta el conocimiento científico, este procedimiento no se hubiera realizado así. Se ha demostrado que la descripción verbal del culpable influye negativamente al reconocimiento posterior en las ruedas de reconocimiento. Esto se explica porque al realizar una descripción verbal pasamos de un procesamiento holístico (general) del rostro del agresor a un procesamiento del rostro por partes: nariz, boca, ojos… que pude distorsionar el recuerdo. Además, es posible que utilicemos la descripción verbal que hemos hecho y esta segunda representación mental que hemos generando con la descripción, para identificar al sospechoso en las ruedas de reconocimiento, y que no utilicemos la primera representación mental que teníamos tras el suceso.

Otra variable que probablemente haya influido en el error de identificación ha sido el “efecto de la otra raza”. Jennifer es de blanca y probablemente tenga una mejor memoria de reconocimiento para caras blancas que negras, como la de Ronald. Por eso, Jennifer confundió a Ronald con su verdadero agresor.  Y a pesar de eso, Ronald dijo en el documental “Lo que vio Jennifer” que Poole y él eran muy diferentes, que apenas se parecían en la nariz. Juzgad vosotros mismos:


Además, puede que las ruedas de reconocimiento que se le hicieron a Jennifer no estuvieran hechas correctamente, e incluso que no le avisaran de que es posible que el culpable no estuviera en esas ruedas, ya que esto reduce las falsas alarmas en el reconocimiento.